CEFIROS

La Ciber Fatiga

23.08.19 11:44 Por Marcos Caballero

Los equipos de Ciberseguridad de hoy están en un estado de sobrecarga de alertas. Sin personal, con pocos recursos y abrumados, los profesionales están luchando para mantener el control de la seguridad de su organización, siempre y cuando el día a día no acapare su atención (Incidencias, llamadas etc), sin saber que los diferentes fabricantes en los que confían para protegerlos están empeorando su fatiga cibernética o CiberFatiga.

Con empresas que reciben hasta 500 alertas por día, el riesgo de que una amenaza desencadene su acción, ahora es inevitable más que una posibilidad. Las organizaciones han estado sentadas involuntariamente en una bomba de relojería, sin las herramientas adecuadas para evitar que ocurra una brecha o incidente. Hasta ahora.

Aquí, exploramos cómo el aumento de la seguridad autónoma ha dado a los profesionales el poder que necesitan desesperadamente para disipar el riesgo de sobrecarga de alertas y aliviar esta ciberfatiga.

Cómo comenzamos el ciclo de sobrecarga de alertas

En un intento por mantener el control sobre su panorama de amenazas en constante expansión, los equipos de ciberseguridad de todo el mundo han tomado medidas. Han recurrido a un número cada vez mayor de productos concretos y múltiples capas de administración para proteger sus redes y sistemas contra un aluvión de ciber amenazas, atraídos por su atractivo y promesa de al menos algún nivel de control automatizado, tanto que una organización de tipo medio, ahora tiene 33 productos puntuales en su kit de herramientas de seguridad. Pero en su necesidad por reforzar sus defensas sigue habiendo una falta de seguridad y control ... o como decía un anuncio "La seguridad sin control no sirve de nada!"

Las organizaciones han creado múltiples capas de herramientas de seguridad aisladas en defensa y, a pesar de las promesas de los fabricantes, ninguna ofrece una integración completa con las otras, aunque cada una envía decenas o cientos, o incluso miles, de alertas todos los días a sus administradores, y las concentras en un SIEM.

Miles de alertas. Son miles de decisiones que un humano debe tomar para evaluar si una amenaza es real y qué medidas se deben tomar, todos los días. Para los equipos con poco personal, es imposible revisar y actuar todas estas alertas, lo que explica por qué el 30% de los profesionales han admitido ignorar ciertas categorías de alertas como una forma de gestionar su sobrecarga de alertas. Como resultado, menos del 20% de las alertas se investigan realmente .

Las organizaciones ahora son víctimas de ataques de ransomware cada catorce segundos y el ataque promedio le cuesta a la organización 133.000€ en daños.

Estas estadísticas sorprendentes muestran la gravedad de la sobrecarga de alerta y los riesgos que los profesionales están tomando para tratar de mantener su cabeza fuera del agua. Pero con solo los ataques de phishing que aumentaron en un 237% en el último año, la cuenta regresiva para un ataque que se desencadene ha comenzado.

El coste real de la fatiga cibernética o Ciber Fatiga.

Debido a la extrema presión por responder rápidamente a las crecientes amenazas, las organizaciones han confundido el volumen de productos de seguridad con la calidad de los productos de seguridad, inundando a los profesionales con un flujo constante de alertas que es imposible de manejar. ¿El resultado? La ciberfatiga, que no solo pone en riesgo la seguridad, sino que también disminuye la productividad del trabajo y la moral.

 El 79% de los profesionales se siente preocupado de que sus recursos no sean suficientes para gestionar las amenazas de manera efectiva en el día a día. 

Como resultado de la sobrecarga de alertas, los equipos de respuesta a incidentes están bajo una inmensa presión que es completamente insostenible. La ciberfatiga ha comenzado en muchas organizaciones, con la confianza de los equipos de seguridad reducidos y los profesionales resignados al hecho de que una brecha o ataque es inevitable. Y sin los recursos adecuados para evitar que esto suceda, un impactante 72% de los profesionales admiten haber considerado cambiar de área o sector.

Es hora de tomar el control

Múltiples soluciones de seguridad solo complican la seguridad. A pesar de las mayores capacidades proporcionadas por estos productos y la seguridad adicional "automatizada", no han ido lo suficientemente lejos. Los analistas de seguridad reciben hasta 500 alertas por día, pero solo pueden responder a 10 - 15 en el mejor de los casos; lo que estamos viendo es un mayor número de productos pero una menor eficiencia y una sobrecarga de alertas. En lugar de ofrecer una verdadera automatización, la acción humana aún es necesaria para revisar o bloquear ataques. Y a menos que el equipo trabaje las 24 horas del día con velocidad de máquina, con la capacidad de procesar miles de millones de eventos al día, sin días de enfermedad, es imposible protegerse ante todo este volumen.

La única forma en que podemos detener la sobrecarga de alertas es a través de controles autónomos que integran productos puntuales y toman decisiones en nuestro nombre, según las reglas establecidas por nosotros. Esto no solo ahorrará tiempo y costes que actualmente se pierden al administrar sistemas separados, sino que nos llevará más allá de la seguridad basada en alertas y hacia una seguridad autónoma las 24 horas, los 7 días de la semana.

Con una integración genuina, el Motor de Seguridad Autónomo (ASE) de Censornet se comunica a través de todos sus productos de seguridad centrales y basa las decisiones en feeds de inteligencia de amenazas integrados (generalmente reservados para grandes presupuestos) para evitar de manera proactiva que los ataques se ejecuten. Con seguridad las 24 horas, ASE libera al personal, permitiéndoles enfocarse dar valor a la empresa o al cliente, crear un equipo más completo y aumentar la productividad.

Obtén más información sobre cómo ASE puede dar control sobre la sobrecarga de alerta y devolver el control a los equipos de Ciberseguridad aquí. 

Marcos Caballero